La cantante reflexiona sobre el camino que ha tenido que recorrer a lo largo de este tiempo, desde que arrasara con su temazo ‘SloMo’
Por fin Chanel ha cumplido el sueño de cuantos llevaban esperando su álbum debut desde que se subiera al escenario de la primera edición del Benidorm Fest. Casi dos años han pasado desde que se presentara, por todo lo alto, ante los ojos de la opinión pública con ese ‘SloMo’ que todos hemos bailado y cantado decenas de veces a lo largo de este tiempo. Era el pasado viernes, para arrancar el año bien potente, cuando la artista lanzaba ‘Agua’, con un ‘tracklist’ de 12 canciones a través de las que captar toda su esencia.Y en medio de ese lanzamiento y de la promoción que trae tras de sí es donde se encuentra, en estos momentos, una de las voces que forman parte de los temazos sin para que te pinchamos en MegaStarFM Chanel se sentaba en la noche de esta martes en el plató de ‘El Hormiguero’ para hablar sobre este trabajo y reflexionar sobre algunos de los aspectos de este camino que le ha llevado a ser una de las mujeres con mayor proyección dentro de la industria. Empezando por cómo fue capaz de marcar ella los tiempos, para no caer en el error de precipitarse a la hora de dar forma a un disco como este que ya es una realidad: “Todo sucedió tan rápido que yo quería dar la mejor versión y saber qué era yo como artista, no quería ser una marioneta y eso llevaba tiempo”. “El viene porque es algo que yo digo desde que soy pequeña y porque el agua es un canto a la celebración, vengo de Cuba y el agua es alegría. Ahora mismo estoy como en un amor adolescente, encantada con todo, preparando shows en directo… y pensando ya en lo siguiente”, añadía ante Pablo Motos sobre ese título que le ha dado al disco. Uno en el que encontramos temas como ‘Clavaíto’, al lado de Abraham Mateo y que la llevó a sangrar por los pies durante el rodaje del vídeo musical: “Para hacer la coreografía tenías que tirarte al suelo de cemento y son muchas repeticiones, pero es así, si se tiene que sangrar se sangra”. Rodearse de la gente adecuadaRecordemos que, una de las primeras paradas, fue Eurovisión. Un festival al que consiguió enganchar, de nuevo, a los españoles con ese más que meritorio tercer puesto que, a la vez, le sirvió para cerrar la boca de cuantos habían tratado de tirar por tierra su trabajo. “Creo que no hay cabeza humana preparada para tanta tensión, presión y atención, para bien y para mal. Yo tuve mucha suerte y me rodeé de mi gente, me enfoqué mucho en el trabajo y recuerdo esa época con mucho amor”, explica. Da la clave sobre lo que puede pasarles a muchos artistas si no son capaces, como ella hizo, de tener al lado a esas personas adecuadas.Chanel reconocía estar “muy conectada conmigo misma”, razón por la que es capaz de escriber desde el amor, pero, también, desde el desamor. Y puede que la clave sea que, desde siempre, ha sido consciente de la importancia de cuidar la cabeza y el alma. Así lo desvelaba, con la naturalidad con la que debe ser tratado un tema que, poco a poco y por fortuna, está empezando a dejar de ser un tabú: “Voy a terapia desde que soy pequeña y sigo yendo, igual que vamos al gym del cuerpo, hay que ir al gym de la mente”. La artista canta y baila a la vez porque es algo que lleva haciendo desde que empezó a hacer musicales, un género en el que se maneja con soltura. Como también parece que lo hace en el bingo, donde no hace mucho se llevó un premio de 1.000 euros y donde le pasó una de esas anécdotas que tanto nos gusta rescatar en CADENA100.es: “Me encanta ir al bingo. Eel que repartía los cartones se dio cuenta de quién era y paró el juego para hacerse la foto”.